El pasado sábado tuve la suerte de ser invitado a la presentación “privada” –pronto será la presentación pública…- de un nuevo proyecto de pensamiento y acción, el proyecto Posmodernia.
Es un proyecto que nace en Córdoba pero que tiene vocación nacional, por eso fue presentado en Madrid, con presencia de editores, escritores, académicos, historiadores, filósofos, periodistas, catedráticos, empresarios, columnistas y profesores, junto a ciudadanos responsables y preocupados, trabajadores y estudiantes… y por allí en medio andaba yo.
Un “think tank” es lo más cercano a lo que quiere ser Posmodernia. Un generador de opinión, una vía que se resiste a que el camino que tenemos como sociedad esté marcado por otros especialmente por quienes no buscan más que su egoísta interés económico. Nace pues Posmodernia con la vocación de generar y proponer nuevos caminos, nuevas ideas, nuevos proyectos, sabiendo que, de algún modo, lo que vivimos hoy, en mucho ruina y decadencia, es fruto de un gran fracaso: el de la modernidad. De ahí la necesidad de superar sus errores, de acoger la Posmodernidad como el tiempo nuevo que vivimos, para construir y reconstruir nuestra sociedad desde lo mejor que tenemos.
De lo que allí vi y oí, y de lo que antes conocía, se puede decir que Posmodernia no es un partido político, aunque no renuncia a la política sabiendo que el hombre es ante todo comunitario. No es un proyecto meramente cultural pero no renuncia a las distintas dimensiones del ser humano, incluida la trascendente. No es sin más un espacio de reflexión sesuda, pero sabe que sólo desde la profundización y la reflexión se podrán aportar claves de transformación. No es una plataforma de activismo, pero quiere ser activo partícipe de lo que sucede en nuestra sociedad. No es una realidad meramente digital, hay un proyecto humano detrás serio y solvente, pero sí sabe que las redes sociales son el nuevo ágora contemporáneo. No es sin más una iniciativa editorial, pero tendrá sus publicaciones comenzando por una revisa digital de opinión y reflexión.
Me da que Posmodernia no va a someterse al imperio de la corrección política, lo cual es una gran noticia, pero también una apuesta arriesgada en un mundo en el que si no dices lo que todos, lo que se espera, lo que se debe (ese deber generado por quien se aprovecha de ello…) te llevarás como poco insultos. Pero obviamente, si nace para tratar de transformar lo que en este tiempo nuestro no marcha, no va, no funciona, para hacer frente a aquello que no beneficia a la gente corriente y honesta que trata de vivir cada día de un modo mejor, para construir una alternativa real a las condiciones sociales que generan injusticia y decadencia, tendrá que asumir ese bajar a las trincheras y al barro de quien defiende a toda costa este status quo de deshumanización egoísta.
Seguiremos pues con interés y actividad este proyecto, y de primeras trataremos de estar en la presentación pública del proyecto, que, si no me equivoco, será en Córdoba el 25 de Marzo. Mientras tanto, enhorabuena por la iniciativa. Llegue al puerto que llegue, y me consta que los objetivos son serios y realistas, pero no por ello menos ambiciosos, ser voz, palabra e iniciativa para ciudadanos y colectivos que quieren cambiar las peores claves de esta sociedad nuestra, es ya en sí un gran mérito.